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Detrás de cada guardapolvo

 

¡Hola! Mi nombre es Malena. 

Amo la naturaleza, y me maravilla la vida con sus infinitas posibilidades. 
Desde muy chica tengo habilidad para crear cosas con mis manos… desde mano verde con las plantas, mano artesana para tejer, bordar y coser, así como mano creativa para reciclar y reusar, aportando mi pequeño granito al planeta. Mi curiosidad y asombro me llevan a indagar y estudiar desde diseño a yoga, pasando por jardinería y también terrenos más esotéricos.

De la mano de mi abuela "Pipi" aprendí a coser y a descoser; a germinar semillas, hacer dulces y conservas y poner amor en cada cosa que hago. Ella me enseñó, por ejemplo y también oposición, gran parte de lo que hago y soy. 

La vida me brindó la excusa de ser docente de música en nivel inicial, para acercarme a las infancias y transmitir y explorar la sensibilización frente al mundo y el arte. También me brindó la puerta para desarrollar otro de mis Grandes placeres: el de crear con tela ¡y aportar belleza en la indumentaria que nos acompaña en nuestra tarea! (un guiño cómplice con y para mis compañeras y colegas).

Este emprendimiento surgió en septiembre del 2015, al hacer un guardapolvo para una compañera de un Jardín Municipal, luego a todas… y de ahí en más, de boca en boca, de recomendación en recomendación, y con los consejos y el  acompañamiento de mi hermana Betiana, fue tomando forma y creciendo.

El nombre… Ciruela 

Ciruela rima con escuela, y con abuela. 

Me recuerda los dulces caseros hechos tantas veces con ella. 

Este emprendimiento  surgió  en septiembre, cuando los ciruelos comienzan a florecer en las veredas, anunciando la primavera, (y también el cumpleaños de mi abuelo Juan, quien miraba siempre con ojos de asombro).

También por "maestra ciruela"... ¡porque las maestras lo somos un poco! ;-)


Nuestros productos

Creamos guardapolvos personalizados, de manera artesanal. Utilizamos telas arciel calidad Inta, y nos gusta innovar creando combinaciones coloridas con estampas y cintas al bies de colores vibrantes. En cada guardapolvo va puesto el Amor y dicha que sentimos de y al estar haciendo lo que nos gusta. Junto a cada tela que elegimos, cortamos y con las puntadas dadas, dejamos la semilla para que vos también, en tu actividad diaria, encuentres contento y disfrute. Este es nuestro deseo más profundo: que cada Ser encuentre un propósito de amorosidad y respeto en su quehacer, sintiéndose a gusto consigo mismo, e irradiando ese bienestar al entorno.